CUIDADO

1. DÉJALOS DESCANSAR
   Una de las peores cosas que podemos hacerles a nuestros zapatos es usarlos todos los días. Lo mejor es que los dejes descansar por lo menos una jornada. Conseguirás así que la piel no se marque tanto.
2. USA HORMAS O BOLAS DE PAPEL
   Tras su uso no los dejes tal cual en el zapatero. Si les introduces una horma o una bola de papel respetarás durante mucho más tiempo su forma y lucirán más tiempo como nuevos. Además, el papel, por ejemplo, absorberá la humedad del zapato (tanto la producida por el sudor como la que lo puede haber calado un día de lluvia).
3. PROTÉGELOS DE LAS MANCHAS Uno de los temores más grandes cuando tenemos un par de ante es que acaben manchados. Más vale prevenir que curar, así que lo primero que tienes que hacer cuando llegues con tus botas nuevas a casa es aplicarles un spray antimanchas.Para cuidar tus botas de serraje, lo ideal es aplicar un protector de ante a la bota antes de empezar a usarla. En caso de que se ensucien y no tengas protector, nuestro consejo es esperar a que la mancha esté seca y después cepillar con un cepillo especial de ante.Si la mancha es de algún líquido puedes usar un limpiador especial de serraje/ante que las dejará casi como nuevas!El serraje no se puede mojar ya que suele endurecerse y tus botas podrían cambiar de color. Así que ya sabes… ¡Nada de lavadoras!

Todo esto parece un poco rollo , pero tus botas te durarán mucho más.